jueves, 29 de noviembre de 2012

EL MISTERIO DE EGIPTO

Érase una vez un arqueólogo que su jefe le mando que encontrase la tumba de Tutankamon.
Se preparó y se adentró en el desierto . El arqueólogo se encontró un oasis con agua dulce, sacó su cantimplora y cogió agua. Siguió el viaje pero le sorprendió una tormenta de arena se apoyó sobre una roca y cayó en el pasadizo secreto de la pirámide , entonces vió unos jeroglíficos que decían: Ten cuidado con las trampas, deberás pisar las piedras blancas, pero cuidado algunas cambian de color. Si te caes te comerán los escorpiones.
Entonces  el arqueólogo sacó unas gafas muy raras y con eso podía ver las rocas que cambiaban de color.
Pasó y más adelante leyó otros jeroglíficos : en esa puerta debes entrar pero mucho cuidado con las arañas . Caminó y más adelante le apareció delante una araña gigante, entonces el arqueólogo sacó su látigo y la ató de las patas, abrió las puertas y allí estaba la tumba de Tutankamon .

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